¿Una llamarada solar? No, una explosión helada El equipo de Brown reveló que los objetos de gran tamaño, como Lovejoy o cometa Hale-Bopp, con masas de millones de toneladas, podrían 'morir', pero si sus órbitas los llevan a las capas más bajas de la atmósfera solar, se extinguirán en explosiones espectaculares parecidas a llamaradas solares.
Tal destino sufrió en 2011 el cometa SOHO, de menor tamaño que Lovejoy, cuando se acercó al Sol a los críticos 100.000 kilómetros, encontrándose en la fotosfera de la estrella donde fue destruida por completo. En cuanto a los cometas más pequeños, llamados espumaderas, los científicos explican que cuando penetran las capas solares más bajas, a la altura de 7.000 kilómetros, sus núcleos empiezan a ser lentamente evaporados por la luz y los gases que circulan en la atmósfera. Depende de la masa del cuerpo helado y de su trayectoria que puedan fundirse en un par de segundos (si son ligeras y se meten a las capas más bajas del Sol) o en cientos de miles de segundos. Durante este proceso se emite radiación ultravioleta extrema, que se puede detectar desde la Tierra y de este modo definir dónde estaba la cometa, qué masa y qué trayectoria tenía. El valor de estos datos, según el catedrático John Brown, es que analizar la radiación que emiten los cometas ayuda estudiar mucho mejor la composición de estos cuerpos helados estelares. El fuerte ataque de los cometas podría haber sido la razón del nacimiento de la vida en la Tierra. Así opinan los investigadores de la NASA que presentaron un informe en la reciente conferencia de la Sociedad Química Americana. Anteriormente, existía una teoría según cual los compuestos de proteínas se originaron tras el 'bombardeo' de la Tierra con meteoritos helados. Esta nueva investigación arroja luz sobre este misterio. Los resultados del estudio mostraron que los aminoácidos que se consideran como la base de las proteínas, no solo persistían en las fuertes colisiones de cometas, sino que también comenzaron a interactuar unos con otros bajo la influencia de la energía del impacto.
Las proteínas son un componente necesario de todos los seres vivos del planeta. Precisamente esa teoría de las colisiones explica por qué se originó la vida en la Tierra tan rápido. De acuerdo con los científicos, hace aproximadamente 3.800 millones de años la Tierra experimentó un fuerte ataque de los cometas desprendían sus fragmentos y asteroides con una velocidad de 25.000 kilómetros por hora. "Los cometas realmente podrían haber sido los proveedores perfectos para traer a la Tierra los componentes de la evolución química. Contienen todo lo necesario para la evolución de la vida: aminoácidos, agua y energía", dijo Jennifer G. Blank, una de las autoras del estudio. En marzo, un grupo de científicos alemanes junto con sus colegas italianos logró simular el proceso de origen de la vida con un modelo de cometa formado a partir de metano y otros materiales. Después de pasar 10 días en los cometas descubrieron los aminoácidos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario