La Marina de Guerra estadounidense envió su cuarto portaaviones al Golfo Pérsico, además de una flota de drones submarinos, como parte de sus preparativos para una posible guerra con Irán. El despliegue de docenas de pequeños sumergibles no tripulados ha sido confirmado esta semana por el rotativo Los Ángeles Times que citó a militares de EE.UU. que prefirieron el anonimato. Este particular tipo de vehículo subacuático, llamado 'SeaFox', formaría parte de un plan militar de gran envergadura que impediría que Irán cerrase el estrecho de Ormuz, según funcionarios estadounidenses. Entre otros de los objetivos de estos pequeños submarinos, que pesan tan sólo 45 kilos, está ayudar en operaciones de desminado y potenciar las capacidades militares de EE.UU., para lo cual el 'SeaFox' está dotado de una cámara y un sónar. Además, se controlan por medio de un cable de fibra óptica. "Durante la Guerra Fría el dragado de minas fue una importante parte de las operaciones de la Marina de Guerra, pero hemos perdido gran parte de las capacidades dragaminas”, explicó Christopher Harmer, analista del Instituto de Estudios de la Guerra sobre la presencia de estas naves. Según el periódico, la flota de estos submarinos se desplegó en el estrecho hace varias semanas pero su presencia en el área ha sido confirmada solo recientemente. El estrecho de Ormuz es una arteria de importancia estratégica por la cual circula la inmensa cantidad de recursos provenientes del Medio Oriente (entre otras cosas, por allí se transporta alrededor del 35 % del petróleo mundial). De momento, Estados Unidos tiene desplegados en la zona tres grandes portaaviones, cada uno de los cuales constituye un núcleo de potentes agrupaciones navales, como el Enterprise, Dwight D. Eisenhower y Abraham Lincoln. En agosto próximo, esta de por sí enorme Armada será engrosada con el portaaviones John C. Stennis. Christopher Harmer añadió que aunque Irán dispone de capacidades para cumplir su amenaza de cerrar el estrecho de Ormuz, el último refuerzo de la Armada estadounidense garantizaría que el bloqueo persa no dure mucho. "Si quieren cerrar el estrecho de Ormuz, lo podrán hacer pero solo en una ocasión”, advirtió.
El ayatolá Seyyed Alí Hoseiní Jamenei declaró durante una conferencia denominada 'Las mujeres y el despertar islámico' que las sanciones de los países occidentales contra Irán han hecho al país cien veces más potente, informa el portal de la agencia Interfax. “Los líderes occidentales no comprenden que con las sanciones impuestas durante los últimos treinta años, ellos mismos han fortalecido la inmunidad de Irán”, destaca Jamenei. Desde el nacimiento de la República Islámica de Irán, surgida tras la revolución de 1979 que acabó destronando a Mohammad Reza Pahlevi, el sah de Persia, las relaciones entre Irán y Estados Unidos han sido hostiles. Las primeras sanciones contra el país por parte de EE.UU. fueron introducidas en 1979. Desde ese momento EE.UU. ha sometido a Irán a una serie de embargos sobre el petróleo y las operaciones bancarias y comerciales. La Unión Europea también ha establecido restricciones a Irán, que los mismos líderes europeos consideran las más fuertes jamás introducidas contra algún país. El último embargo de la Unión Europea al petróleo iraní entró en vigor el uno de julio. Deriva de las sanciones impuestas el pasado veintitrés de enero y abarca todos los contratos firmados antes de aquella fecha. El ayatolá sostiene que Occidente exagera la cuestión del programa nuclear iraní para desviar la atención de sus propios problemas. Aunque Irán proclama la voluntad pacífica de sus actividades nucleares, EE.UU. y sus aliados temen que bajo la excusa de los proyectos civiles, Teherán esté desarrollando armas nucleares.
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