El saqueo arqueológico de Iraq
El 20 de marzo de 2003, fiesta solar pagana de equinoccio, comenzó la invasión ilegal de Iraq, con el nombre esotérico de "Operación Nuevo Amanecer", por parte de una coalición internacional liderada por el gobierno masónico de Estados Unidos.
Pero lo que la gente común ignora es que justo unos meses antes, a principios del mes de Enero del año 2003, la ACCP (American Council for Cultural Policy) el Consejo Americano de Política Cultural, se reunió a puerta cerrada y en secreto con funcionarios federales del Departamento de Estado y del Departamento de Defensa de Estados Unidos, para organizar el saqueo y el expolio arqueológico de Iraq.
Pues aparte del interés por el control del petróleo en Iraq, el Gobierno USA y sus sociedades secretas satélites manejaban también una agenda oculta con un interés paralelo y secreto para apoderarse del tesoro arqueológico en Iraq; una agenda arqueológica secreta que desconocían oficialmente los demás socios, como el Gobierno español de Aznar y los gobiernos de los países que formaban la coalición internacional, como Dinamarca, Australia, Polonia, etc..
La oscura organización de la ACCP había tenido su Reunión Inaugural el 9 de octubre de 2002 en el apartamento de Guido Goldman, en la 5ª Avenida, a la que asistieron las 49 personas que formaban la Junta de asesores.
Entre los miembros de la ACCP estaban coleccionistas de Arte, investigadores de antigüedades, de culturas antiguas y de arte antiguo, comerciantes de Arte, directores de Museos y los abogados de los principales museos, todo un entramado de negocios y de información privilegiada de una Elite de personas, muchas de las cuales ya tenían antecedentes en el tráfico y posesión de cuadros y objetos valiosos, involucrados, por ejemplo, en exposiciones de Arte procedentes directamente del botín nazi.
En definitiva, la ACCP estaba formada por magnates y multimillonarios, muy influyentes y relacionados directamente con el Gobierno y la política nacional, así como con las sociedades secretas del poder en Estados Unidos .
Las sociedades secretas iluminadas de Estados Unidos tenían un gran interés para apoderarse de muchos tesoros arqueológicos de un gran valor iniciático y esotérico, como una serie de tablillas y piedras sumerias, así como otros objetos sumerios, babilónicos, acadios y asirios, etc.. que reflejaban mensajes de una civilización de seres extraterrestres que bajaron a la Tierra, los dioses procedentes del cielo estelar.
Era éste un legado arqueológico y cultural muy importante que testimoniaba la presencia extraterrestre en la Tierra, y que ha sido muy estudiado por grandes expertos de la cultura ancestral como el investigador Zacarías Sitchin. Colecciones enteras de miles de tablillas sumerias, que estaban en los Museos de Iraq, han desaparecido. Ni siquiera ha quedado la famosa pila de Bagdad, que era una anécdota en comparación con todo el valioso material arqueológico que se conservaba en Iraq.
Curiosamente muchas de esas tablillas antiquísimas eran auténticos expedientes X, verdaderos Oopars que no encajan para el cómputo del sistema oficial, ya que revelaban información sobre avanzadas tecnologías que la humanidad no ha podido desarrollar y conocer todavía pero que sin embargo sí existieron en el pasado remoto de nuestro planeta, como por ejemplo la tecnología del control climático. Igualmente las tablillas sumerias, según pudo confirmar el experto Sitchin, avisaban de la vuelta a la Tierra de los Annunaki para este tiempo actual.
Una información conflictiva que la estructura de poder Illuminati en el mundo se niega a que caiga en manos de la gente común, al coste que sea y caiga quien caiga, aunque fuera preciso organizar una guerra, puesto que de lo contrario la Elite mundial se arriesga a que cambie el curso de la civilización actual, basado puramente en embustes y engaños establecidos.
El objetivo de la ACCP era relajar y amoldar las leyes sobre antigüedades en Iraq, que serían aplicadas por un oportuno régimen político bajo el control americano en la posguerra iraquí.
El Museo de Iraq en Bagdad era uno de los tres museos arqueológicos más importantes del mundo, y guardaba tesoros históricos, los primeros relieves y las obras escritas más antiguas en la historia del mundo. Los saqueadores desconocidos de este Museo, perfectamente organizados, utilizaron herramientas profesionales de corte de vidrio, e incluso grandes grúas y camiones, durante un periodo de más de 48 horas, mientras un tanque de EE.UU. montaba vigilancia en el exterior.
Oficialmente, y de cara a público, el Pentágono dió órdenes a sus militares de evitar saqueos, pero en la práctica el saqueo sistemático de obras de arte y tesoros arqueológicos en Iraq se produjo diariamente, con medios y organización, utilizando camiones llenos de objetos.
Pero lo que la gente común ignora es que justo unos meses antes, a principios del mes de Enero del año 2003, la ACCP (American Council for Cultural Policy) el Consejo Americano de Política Cultural, se reunió a puerta cerrada y en secreto con funcionarios federales del Departamento de Estado y del Departamento de Defensa de Estados Unidos, para organizar el saqueo y el expolio arqueológico de Iraq.
Pues aparte del interés por el control del petróleo en Iraq, el Gobierno USA y sus sociedades secretas satélites manejaban también una agenda oculta con un interés paralelo y secreto para apoderarse del tesoro arqueológico en Iraq; una agenda arqueológica secreta que desconocían oficialmente los demás socios, como el Gobierno español de Aznar y los gobiernos de los países que formaban la coalición internacional, como Dinamarca, Australia, Polonia, etc..
La oscura organización de la ACCP había tenido su Reunión Inaugural el 9 de octubre de 2002 en el apartamento de Guido Goldman, en la 5ª Avenida, a la que asistieron las 49 personas que formaban la Junta de asesores.
Entre los miembros de la ACCP estaban coleccionistas de Arte, investigadores de antigüedades, de culturas antiguas y de arte antiguo, comerciantes de Arte, directores de Museos y los abogados de los principales museos, todo un entramado de negocios y de información privilegiada de una Elite de personas, muchas de las cuales ya tenían antecedentes en el tráfico y posesión de cuadros y objetos valiosos, involucrados, por ejemplo, en exposiciones de Arte procedentes directamente del botín nazi.
En definitiva, la ACCP estaba formada por magnates y multimillonarios, muy influyentes y relacionados directamente con el Gobierno y la política nacional, así como con las sociedades secretas del poder en Estados Unidos .
Las sociedades secretas iluminadas de Estados Unidos tenían un gran interés para apoderarse de muchos tesoros arqueológicos de un gran valor iniciático y esotérico, como una serie de tablillas y piedras sumerias, así como otros objetos sumerios, babilónicos, acadios y asirios, etc.. que reflejaban mensajes de una civilización de seres extraterrestres que bajaron a la Tierra, los dioses procedentes del cielo estelar.
Era éste un legado arqueológico y cultural muy importante que testimoniaba la presencia extraterrestre en la Tierra, y que ha sido muy estudiado por grandes expertos de la cultura ancestral como el investigador Zacarías Sitchin. Colecciones enteras de miles de tablillas sumerias, que estaban en los Museos de Iraq, han desaparecido. Ni siquiera ha quedado la famosa pila de Bagdad, que era una anécdota en comparación con todo el valioso material arqueológico que se conservaba en Iraq.
Curiosamente muchas de esas tablillas antiquísimas eran auténticos expedientes X, verdaderos Oopars que no encajan para el cómputo del sistema oficial, ya que revelaban información sobre avanzadas tecnologías que la humanidad no ha podido desarrollar y conocer todavía pero que sin embargo sí existieron en el pasado remoto de nuestro planeta, como por ejemplo la tecnología del control climático. Igualmente las tablillas sumerias, según pudo confirmar el experto Sitchin, avisaban de la vuelta a la Tierra de los Annunaki para este tiempo actual.
Una información conflictiva que la estructura de poder Illuminati en el mundo se niega a que caiga en manos de la gente común, al coste que sea y caiga quien caiga, aunque fuera preciso organizar una guerra, puesto que de lo contrario la Elite mundial se arriesga a que cambie el curso de la civilización actual, basado puramente en embustes y engaños establecidos.
El objetivo de la ACCP era relajar y amoldar las leyes sobre antigüedades en Iraq, que serían aplicadas por un oportuno régimen político bajo el control americano en la posguerra iraquí.
El Museo de Iraq en Bagdad era uno de los tres museos arqueológicos más importantes del mundo, y guardaba tesoros históricos, los primeros relieves y las obras escritas más antiguas en la historia del mundo. Los saqueadores desconocidos de este Museo, perfectamente organizados, utilizaron herramientas profesionales de corte de vidrio, e incluso grandes grúas y camiones, durante un periodo de más de 48 horas, mientras un tanque de EE.UU. montaba vigilancia en el exterior.
Oficialmente, y de cara a público, el Pentágono dió órdenes a sus militares de evitar saqueos, pero en la práctica el saqueo sistemático de obras de arte y tesoros arqueológicos en Iraq se produjo diariamente, con medios y organización, utilizando camiones llenos de objetos.
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