Existe una doctrina constante desde que Théodore Herzl reemplazó la definición de judío en lugar de por su religión, por su raza. El articulo 4b de la Ley Fundamental del Estado de Israel que carece de Constitución, que define la Ley del retorno (5710 de 1950), estipula: Se considera judío a la persona nacida de madre judía, o convertida (Criterio racial o criterio confesional)
Esto se hallaba en la recta línea de la doctrina fundadora de Théodore Herzl. Este no cesa de insistir sobre ello en sus Memorias. Desde 1895, precisa de un interlocutor alemán (Speidel):
Comprendo el antisemitismo. Los judíos hemos permanecido, aunque no haya sido por nuestra culpa, como cuerpos extraños en las diferentes naciones ( T. Herzl, Diaries, p. 9.). Algunas páginas más adelante es todavía más explícito: Los antisemitas serán nuestros más seguros amigos, los paises antisemitas nuestros aliados ( T. Herzl, Diaries, p. 19.).
El objetivo era común: reunir a los judíos en un ghetto mundial. Los hechos dieron la razón a Théodore Herzl. Los judíos piadosos, como también por otra parte muchos cristianos, repiten cada día: El año próximo en Jerusalén. Hacían de Jerusalén no un determinado territorio, sino el símbolo de la Alianza de Dios con los hombres y el esfuerzo personal para merecerla. Pero el Retorno no se produciría mas que bajo el impulso de las amenazas antisemitas procedentes de los países extranjeros. El 31 de agosto de 1949, dirigiéndose a un grupo de americanos de visita en Israel, Ben Gurión declaraba: Aunque hemos realizado nuestro sueño de crear un Estado judío, estamos todavía en el comienzo. No hay hoy más que 900.000 judíos en Israel, m1entras que la inmensa mayoría del pueblo judío se encuentra aún en el extranjero. Nuestra futura tarea es la de traer a todos los judíos a Israel.
El objetivo de Ben Gurión era el de traer a Israel a 4 millones de judíos entre 1951 y 1961. Llegaron 800.000. En 1960 no hubo, en todo el año, más que 30.000 inmigrantes. En 1975-76 la emigración de Israel superaba a la inmigración. Tan sólo las grandes persecuciones, como las de Rumania, dieron un cierto impulso al "Retorno". Tampoco las atrocidades hitlerianas consiguieron satisfacer el sueño de Ben Gurión. Entre las víctimas judías del nazismo que buscaron refugio en el extranjero entre 1935 y 1943, apenas el 8,5% fueron a instalarse en Palestina. Los Estados Unidos limitaron su acogida a 182.000 (menos del 7%); Inglaterra a 67.000( menos del 2%). La inmensa mayoría, es decir el 75%, encontró refugio en la Unión Soviética (Institute for Jewish Affairs de Nueva York, citado por Christopher Sykes en Crossroads to Israel, Londres 1965 y por Nathan Weinstock: Le Sionisme contre Israël, p. 146.).El día 2 de mayo de 1948, el Rabino Klaussner, encargado de las Personas desplazadas, presentaba un Informe ante la Conferencia Judía Americana:
Estoy convencido de que es necesario obligar a la gente a volver a Palestina Sugiero la palabra fuerza Siempre ha sido efectiva y ha servido incluso recientemente. Para la evacuación de los judíos de Polonia y en la historia del Exodo
Para aplicar este programa, es preciso, en lugar de proporcionarles comodidades a las personas desplazadas, crearles las mayores incomodidades posibles En un segundo tiempo, continuar haciendo un llamamiento a la Haganah para hostigar a los judíos ( Alfred H. Lilienthal. What Price Israel. Chicago 1953, p. 194-195.). Las variantes de este método de incitación e incluso de coerción han sido múltiples. En 1940, para suscitar la indignación contra los ingleses que habían decidido salvar a los judíos amenazados por Hitler, acogiéndoles en la Isla Mauricio, el barco que los transportaba, el mercante francés Patria, hizo escala en el puerto de Haïfa. El 25 de diciembre de 1940, los dirigentes sionistas de la Haganah (cuyo jefe era Ben Gurión) no vacilaron en hacerlo estallar, causando la muerte de 252 judíos y miembros ingleses de la tripulación (Dr. Herzl Rosenblum, director de Yediot Aharonoth, revelación hecha en 1958, y la justificación que se dio en Jewish Newsletter N. Y. Noviembre 1958.). Yehuda Bauer confirma la realidad de este sabotaje llevado a cabo por la Haganah y el número de víctimas, en su libro Juifs à vendre (Yehuda Bauer, Juifs à vendre, Ed. Liana Levi, París 1996. Traducción del inglés por Denis Authier. (Yale University Press, 1994)., p. 84.).
Otro ejemplo lo encontramos en Irak donde la comunidad judía (compuesta por 110.000 personas en 1948) estaba bien arraigada en el país. El gran Rabino de Irak, Khedouri Sassoon, había declarado: Los judíos y los árabes han gozado de los mismos derechos y privilegios desde hace mil años y no se consideran como elementos separados en esta nación.
Entonces, comenzaron las acciones terroristas israelíes de 1950 en Bagdad. Ante las reticencias de los judíos iraquíes a inscribirse en las listas de inmigración hacia Israel, los servicios secretos israelíes no dudaron en convencer a los judíos de que se encontraban en peligro El ataque contra la Sinagoga Shem-Tov mató a tres personas e hirió a algunas decenas. De esta forma comenzó el éxodo bautizado como: Operación Alí Baba
No hay comentarios:
Publicar un comentario