El denominado Experimento Philadelphia, ha entrado dentro de la leyenda de los fenómenos “extraños” por méritos propios, ya que los hechos acaecidos en un supuesto experimento secreto dirigido por la U.S. Navy, no dejan de ser, cuanto menos, sorprendentes
El susodicho, habría tenido lugar en los astilleros navales de Philadelphia, Pennsylvania, el 28 de octubre de 1943 y de haberse producido, en cierta manera se podría considerar que fue realmente un fracaso por los motivos que detallaremos a continuación.
El código militar para denominar este proyecto era Proyecto Rainbow (Arcoiris) que era a su vez un código compartido por otro proyecto sobre un radar de sigilo que se estaba probando en el prototipo de un nuevo avión, el Lockheed U2, que se desarrollaría como avión espía en la década de los 50. Ahora bien, no existen pruebas de que tuvieran nada que ver ambos proyectos. El Proyecto Rainbow habría tenido lugar en un pequeño destructor de escolta de la II Guerra Mundial, con el objetivo final de hacerlo totalmente invisible a la detección por parte del enemigo, en principio a las minas (magnéticas) o cualquier clase de radar pero no se descartaba la invisibilidad óptica del destructor.
En un momento determinado, se afirmó haber conseguido la invisibilidad de pequeños objetos, con lo que se presentó al gobierno de los Estados Unidos. Los militares, al estar el país en guerra, vieron el potencial de esta nueva tecnología y decidieron sufragar el curso de las investigaciones a fin de direccionarlas en el sentido que les convenía: su aplicación a la industria bélica. La Armada, al corriente de las posibilidades, decidió dar luz verde al desarrollo del proyecto. El buque elegido para llevar a cabo el experimento fue el U.S.S. Eldridge (DE-173). Puesto en servicio en el astillero de Nueva York el 27 de agosto de 1943, inició “oficialmente” las primeras pruebas en julio de 1943 y las finalizó el 12 de agosto del mismo año. Ahora bien, otras fuentes insisten en que realmente las pruebas tuvieron lugar el 28 de octubre de 1943, pero una serie de evidencias “oficiales”, parecen determinar lo contrario. Según el cuaderno de bitácora y el diario de guerra del buque, se informaba de lo siguiente:
el U.S.S. Eldridge permaneció en Nueva York, en Long Island, hasta el 16 de septiembre, cuando zarpó a las Bermudas.
entre el 18 de septiembre y el 15 de octubre, estuvo realizando entrenamientos de combate en la zona.
El 18 de octubre formó parte de un convoy que se dirigía a Nueva York, donde permaneció hasta el 1 de noviembre.
Desde el 1 de noviembre y hasta el día siguiente, formó parte de un convoy a Norfolk y el 3 de noviembre zarpó a Casablanca.
El 22 de noviembre arribó a Casablanca, donde estuvo hasta el 29 de noviembre, cuando regresó de nuevo a Nueva York en otro convoy y llegó el 17 de diciembre.
Desde el 17 de diciembre hasta el 31 del mismo mes, viajó a Norfolk con otros cuatro buques de la U.S. Navy.
Como podemos ver, según la versión oficial, el 28 de octubre, de ninguna de las maneras en el U.S.S Eldridge pudo haberse realizado experimento alguno en Philadelphia, porque éste se encontraba en Nueva York, con lo que la versión oficinal es que nunca tuvo lugar dicho experimento. Sin embargo, otros proyectos secretos, como el Proyecto Manhattan (desarrollo de la bomba atómica) oficialmente, nunca tuvieron lugar. De hecho, la U.S. Navy insistió en que todo lo que se tomó como un experimento fantástico de invisibilidad, era sencillamente una confusión con otro en que se pretendía hacer a los buques invisibles a las minas magnéticas mediante un proceso que se denominó degaussing
El experimento.
Ateniéndonos a los hechos, estos se habrían iniciado en junio de 1943, cuando en el destructor de escolta U.S.S. Eldridge, código naval DE-173, es modificado para transportar toneladas de equipamiento electrónico, entre el que se incluirían dos generadores masivos de 75 Kv cada uno, montados en el lugar que debería ocupar la torreta de cañones de proa, y que distribuían su potencia a través de cuatro bobinas montadas en cubierta. Tres transmisores RF de 2 megavatios cada uno, 3.000 tubos amplificadores 6L6 (empleados para canalizar los campos de las bobinas de los dos generadores), circuitos de sincronización y modulación… fueron empleados para generar campos electromagnéticos masivos que, correctamente configurados, serían capaces de curvar las ondas de luz y de radios alrededor del buque, haciéndolo invisible.
El experimento tendría lugar en los astilleros de Philadelphia, en el mar y al menos en una ocasión, fue visible para la tripulación del mercante de la marina S.S. Andrew Furuseth, uno de los cuales Carlos Miguel Allende, conocido como Carl Michael Allen, escribió tres cartas al astrónomo Dr. Morris K. Jessup en los 50 describiendo lo que había podido ver: una de las muchas fases del Experimento Philadelphia.
A las 09:00 horas del 22 de julio de 1943, se activaron los generadores recién instalados en el buque y los campos electromagnéticos se empezaron a conformar. Según diferentes testigos, una bruma verde empezó a cubrir lentamente al U.S.S. Eldridge, lo que dificultaba la visión del buque. De repente, la bruma que lo cubría desapareció y con ella, el U.S.S. Eldridge: en el lugar en que hacía un momento se encontraba el barco, ahora no había más que aguas agitadas. Los oficiales de la U.S. Navy y científicos adscritos al proyecto, marineros y testigos, quedaron maravillados, ya que el buque había desaparecido ante sus ojos. Pero los militares aún se sorprendieron más al descubrir que también había desaparecido del radar: era completamente invisible.
Todo había salido a pedir de boca y unos quince minutos después, ordenaron a los hombres de la tripulación, apagar los generadores. Ahora el efecto era el contrario: lentamente fue apareciendo la bruma verde y con ella el U.S.S. Eldridge empezó a materializarse. Sin embargo, algo había ido mal. Cuando el personal de tierra subió a bordo, los miembros de la tripulación estaban desorientados y con evidentes síntomas de náuseas. Esa tripulación fue inmediatamente retirada y se consiguió otra tripulación de repuesto para llevar a cabo un segundo experimento: en lugar de conseguir la invisibilidad total, ahora se pretendía hacer desaparecer al buque únicamente del radar, con lo que se debía modificar el equipamiento.
El 28 de octubre de 1943, a las 17:15 horas, se llevó a cabo la prueba final en el U.S.S. Eldridge. El los generadores del campo electromagnético se activaron y el buque fue prácticamente invisible. Únicamente el tenue contorno del casco permanecía a la vista, en el agua. Todo parecía ir correctamente los primeros segundos, cuando de repente una cegadora luz azul hizo desaparecer al barco. En cuestión de segundos, éste apareció de repente a 600 kilómetros, concretamente en la base naval de la U.S. Navy en Norfolk, Virginia, donde permaneció por cuestión de minutos a la vista del perplejo personal de la base. Y así como apareció en Virginia, desapareció de nuevo y volvió a aparecer en el punto de origen, en los astilleros navales de Philadelphia.
Esta vez, los efectos en la tripulación fueron más serios: mareos muy violentos, personal que desapareció por completo, otros que simplemente se volvieron locos o padecieron esquizofrenia severa, y lo más terrorífico fue el hallazgo de cinco miembros de la tripulación fundidos completamente con la estructura de metal de la proa del buque. Los supervivientes nunca fueron los mismos, y permanecieron una suerte de amnesia total.
Lo que iba a ser un experimento de camuflaje electrónico, se convirtió, por azar, en una teletransportación accidental de un barco entero y su tripulación a una gran distancia del lugar de origen y por espacio de varios minutos.
Imagen aérea de la base naval de Philadelphia y los astilleros.
¿Es real la historia?
Los detractores, escépticos y otros buscadores de la verdad, encuentran en esta historia, numerosos indicios sobre su falsedad, ya que realmente parece sacada de una película de ciencia ficción.
Para empezar, tenemos el hecho de que la única fuente que atestigua todo lo ocurrido es una única persona, que no aporta pruebas que puedan corroborar la historia y nunca se ha podido disponer de alguna de ellas (si existiera). Todos los escritos posteriores, como los del conocido Charles Berlitz, contienen material copiado de libros de ciencia ficción. En un artículo publicado en la revista Fate Magazine, en 1980, Robert Goerman (el articulista) afirmaba que Carlos Allende / Carl Allen, era en realidad Carl Meredith Allen, de New Kensington, Pennsylvania, un personaje muy inteligente pero mentalmente inestable, capaz de haberse inventado una historia tan fantástica como aquella. Si es cierto, la verdad es que entonces difícilmente podría alguien creer semejantes hechos como reales.
Fuente:http://www.amarre.com/html/historias/curiosidades/philadelphia.php
entren a la pagina que la historia continua y esta muy interesante espero les guste!!! saludos.
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