Aun cuando le dijeron no una sino muchas veces, que quizá había sido una cometa fugaz o un fenómeno cualquiera del universo, en esas noches tachonadas de estrellas cuando todo invita a contemplar la creación de Dios, Lucio insistía en que era un Ovni. Para enfatizar de qué se trataba, sonreía y decía: “Son Objetos Voladores No Identificados”. Con esas pocas palabras cerraba toda posibilidad de discusión.
El contacto con seres extraterrestres abre puertas al ocultismo
Un día vio un programa especial sobre estos extraños aparatos, que transmitió un canal de televisión de su señal por cable, y desde ese momento, siguió con interés cada una de las cuatro emisiones sucesivas—los lunes en la noche—donde se daba cuenta sobre la existencia de seres de otros planetas.
–Si Dios creó el universo, como dice la Biblia, ¿qué impide que haya creado seres como nosotros o quizá más adelantados?—cuestionaba.
Murió a sus 63 años y jamás cambió de idea. Es más, tres días antes de partir a la eternidad le dijo a sus dos hijos—estando en una fría habitación de hospital—que un extraterrestre bondadoso se le había aparecido y le habría dicho que lo llevaría a Gamínides, un lugar muy especial creado para él y todos aquellos que estaban abiertos a creer en un más allá perfecto.
No le sorprenda. No era el único que creía en ese tipo de seres con dotes especiales. Hay quienes conciben que sean más inteligentes que los humanos, se comunican telepáticamente, usan armas de rayos láser y que se desplazan a la velocidad de la luz.
Registros de ovnis y seres extraterrestres
El primer vestigio que se tiene de la aparición de estos objetos voladores se tiene desde el 20 de abril de 1897. En Le Roy, Kansas (EE.UU.), el granjero Alexander Hamilton reportó que a 200 metros de su propiedad vio un elemento que volaba y “se apoderó de un ternero”. Reportó a las autoridades que al día siguiente halló varios miembros del animal, desperdigados en un radio de cincuenta metros.
El 23 de junio de 1947, Harold Dahl y Fred Crisman, notificaron el avistamiento de seis naves extraterrestres. Todo se circunscribió a su testimonio. Pero en el primero y segundo casos, las versiones de los testigos oculares despertaron expectativa y fueron aprovechados por reporteros sensacionalistas.
Ahora, las líneas de Nazca, en el Perú, se vincularon a supuestas operaciones de seres de otros planetas. Los dibujos no se han borrado porque se encuentran en un desierto en el que las lluvias son mínimas. Se trazaron entre los años 1200 y 600 a.C. Se cree que servían de pistas de aterrizaje para Ovnis.
Algunos antropólogos aseguraron que la tumba de Palenque, en Chiapas, México, muestra en un grabado de piedra a un supuesto cosmonauta y hay estudiosos que afirman, la pirámide de Keops, en Egipto, sirvió como faro guía a objetos voladores provenientes de otros mundos.
No hay un solo dato científico que sustente estas aseveraciones ni tampoco las especulaciones de autores como el europeo, E. Von Daniken o el español J.J. Benítez, según las cuales, en la Biblia abundan incidentes que podrían tener relación con seres extraterrestres.
En el Reino Unido se reportó, en 1980, un incidente en Rendlesham, en el que se habría reconocido la existencia de Ovnis. En el 2005 el gobierno estadounidense negó que tuviera relación con extraterrestres.tema de los Ovnis y los seres pequeños, extraterrestres, es tan atrayente, que basta visitar una librería para encontrar sinnúmero de libros que hablan sobre diferentes incidentes. Se imprimen cada año millones de ejemplares que dejan verdaderas fortunas a sus autores.
Tras comprobar que fue un éxito de librería, el también norteamericano, Daniel Fry, se inventó su historia y aseguró, en un libro que vio a la luz en 1954, que había sido abordado por extraterrestres. Aseguraba que el hecho se produjo el 4 de julio de 1950.
Los dos escritores se hicieron ricos pero se comprobó que sus relatos eran mentira, y aunque no tenían bases para soportar sus “encuentros del tercer tipo”, millares de personas les siguieron creyendo por mucho tiempo.
Cuando leemos advertencias de la Biblia, encontramos que
Los “marcianos” encajan con
Los propios demonios
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A lo largo de la historia no se ha logrado documentar el primer caso de Ovnis o seres extraterrestres, con pruebas fehacientes, que sirvan de soporte a estas fábulas. Se ha probado, en reiteradas ocasiones, que fueron naves de seguimiento o espías, diseñadas y operadas por los Estados Unidos y Alemania, para rastrear lo que consideraban territorio enemigo.
Ahora, el caso Roswell, el más sonado por mucho tiempo, también se comprobó, se construyó a partir de especulaciones que se avivaron por la influencia de los medios de comunicaciones.
El granjero, Mack Brazel, quien se atribuyó el avistamiento del Ovni, fue engañado. Cuando el Roswell Daily Record recogió, debió sumar a sus reportajes originales las declaraciones categóricas del general, Jesse Marcel, quien negaba la versión. Aclaró que eran meras especulaciones.
Un informe de la Fuerza Aérea norteamericana, revelado a partir de estudios realizado entre 1994 y 1997, que del “platillo de Roswell” sólo hay restos de goma, plástico, varillas de madera y algo de metal, propios de los globos de la época.
No podemos creer a enseñanzas de error
La estrategia satánica de los Ovnis es la misma que Satanás utilizó en el comienzo de la creación humana como lo relata Génesis 3. ¿Recuerda? Le hizo creer a Eva que Dios mentía al prohibirles comer de un árbol específico en el huerto de Edén, sino que les prometió poder y conocimiento. ¿No es lo mismo que pregonan los mensajes de los seres extraterrestres? Quien dicen haber tenido encuentros con ellos manifiestan que traen un mensaje de paz y armonía para el mundo entero.
Es probable que por años haya creído en Ovnis y extraterrestres. ¿Ha logrado probar su existencia? ¿Sabía que los avistamientos de marcianos son atribuidos, posteriormente por quienes tuvieron contacto con ellos, a demonios corporizados? Es hora de salir de esa cadena de engaños porque, en su vida personal, sin duda ha comprobado que no han servido de mucho.
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