El Führer ha emitido hoy el siguiente decreto mediante el cual una vez más da muestra de su elevada calidad humana:
El Führer, siempre preocupado por el bienestar de los más débilesDespués de la victoriosa conclusión de la campaña en Francia, espero de la Wehrmacht alemana que aborde con la misma impecabilidad su misión como fuerza de ocupación. Ordeno a todos los miembros de la Wehrmacht que traten con cuidado a la población civil de los territorios enemigos ocupados, tal y como corresponde al soldado alemán. El abuso del alcohol es indigno de un soldado. A menudo es la causa de graves desórdenes o actos de violencia. El estado de embriaguez no será considerado una causa suficiente para la mitigación de una sentencia. Espero que todos los miembros de la Wehrmacht que hayan cometido actos contrarios a la Ley o contra la población civil debido a su estado de embriaguez sean condenados. En los casos más graves, esto quizás requiera una muerte sin honra de acuerdo con la Ley. Proclamo el deber de todos los superiores de mantener alta la disciplina del soldado alemán mediante el ejemplo y la instrucción.
Adolf Hitler.
El Führer exige de sus soldados, además de obediencia, disciplina y respeto hacia el enemigo.Al mediodía, el Ministro de Asuntos Exteriores ha llegado desde Roma para encontrarse con el Führer. Galeazzo Ciano le ha presentado al Führer una larga lista con las peticiones territoriales de Italia. Esencialmente, el Duce desea convertir al Mar Mediterráneo en su Mare Nostrum.
Sin embargo, el Führer tiene una visión política más amplia que su aliado italiano. La prioridad del Führer es lograr la paz para Europa, para lo cual desea poder ofrecerle a Gran Bretaña unos términos de paz generosos que no pueda rechazar. Las peticiones que Ciano plantea son en buena parte a costa de territorios que Gran Bretaña controla, lo cual iría en contra de las intenciones del Führer de contentar a los británicos, intenciones que se materializarán en un discurso, una nueva oferta de paz que el Führer está preparando a conciencia y con la que pretende seducir al pueblo británico y aislar a su Gobierno. El Führer recurre a su privilegiada oratoria y logra convencer al Ministro italiano, que en su diario escribe: “Todavía no ha alcanzado (el Führer) una decisión (respecto a los ingleses), y es por este motivo por lo que retrasa su discurso en el que quiere medir cada palabra.”
Por el momento, Inglaterra no parece poner mucho de su parte y se obceca en pedir más y más guerra. En Dakar, el acorazado francés Richelieu y otras unidades francesas han recibido un ultimátum por parte de importantes unidades de la Royal Navy (un portaaviones y dos cruceros pesados) que se hayan apostados en la boca del puerto. Los franceses han rechazado la amenaza inglesa. En Egipto, el Comandante francés de Alejandría, Almirante René Emile Godfroy, accede ante las presiones británicas a que sus barcos sean desmovilizados. La fuerza francesa en Alejandría está compuesta del acorazado Lorraine, tres cruceros pesados, un crucero ligero, tres destructores y un submarino. A consecuencia del acuerdo, sus tripulaciones vacían los depósitos de combustible e inutilizan el armamento.
Después de este encuentro con el Ministro italiano, que ha abandonado Berlín para visitar los campos de batalla en Francia, el Führer se ha encontrado con Göring y juntos han recibido en la Cancillería a algunos soldados heridos en la campaña del Oeste. Además, ha otorgado la Medalla Goethe a Hans Johst, el Presidente de la Cámara del Reich de Autores (Reichsschrifttumskammer), con ocasión de su 50 cumpleaños.
Sin embargo, el Führer tiene una visión política más amplia que su aliado italiano. La prioridad del Führer es lograr la paz para Europa, para lo cual desea poder ofrecerle a Gran Bretaña unos términos de paz generosos que no pueda rechazar. Las peticiones que Ciano plantea son en buena parte a costa de territorios que Gran Bretaña controla, lo cual iría en contra de las intenciones del Führer de contentar a los británicos, intenciones que se materializarán en un discurso, una nueva oferta de paz que el Führer está preparando a conciencia y con la que pretende seducir al pueblo británico y aislar a su Gobierno. El Führer recurre a su privilegiada oratoria y logra convencer al Ministro italiano, que en su diario escribe: “Todavía no ha alcanzado (el Führer) una decisión (respecto a los ingleses), y es por este motivo por lo que retrasa su discurso en el que quiere medir cada palabra.”
La artillería principal del imponente Richelieu. El bravo acorazado no se pliega a los ingleses.
Por el momento, Inglaterra no parece poner mucho de su parte y se obceca en pedir más y más guerra. En Dakar, el acorazado francés Richelieu y otras unidades francesas han recibido un ultimátum por parte de importantes unidades de la Royal Navy (un portaaviones y dos cruceros pesados) que se hayan apostados en la boca del puerto. Los franceses han rechazado la amenaza inglesa. En Egipto, el Comandante francés de Alejandría, Almirante René Emile Godfroy, accede ante las presiones británicas a que sus barcos sean desmovilizados. La fuerza francesa en Alejandría está compuesta del acorazado Lorraine, tres cruceros pesados, un crucero ligero, tres destructores y un submarino. A consecuencia del acuerdo, sus tripulaciones vacían los depósitos de combustible e inutilizan el armamento.
Después de este encuentro con el Ministro italiano, que ha abandonado Berlín para visitar los campos de batalla en Francia, el Führer se ha encontrado con Göring y juntos han recibido en la Cancillería a algunos soldados heridos en la campaña del Oeste. Además, ha otorgado la Medalla Goethe a Hans Johst, el Presidente de la Cámara del Reich de Autores (Reichsschrifttumskammer), con ocasión de su 50 cumpleaños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario