Tras haber dictado la Directiva para la Operación León Marino, el Führer decide convocar al Reichstag mañana día 19 de julio a las 7 de la tarde en el edificio de la Ópera Kroll. Antes de la histórica sesión tiene lugar un despliegue del poder militar del Tercer Reich. Con campanas tañendo alrededor, una división completa consistente principalmente de tropas de Berlín y Brandenburgo ha desfilado durante dos horas completas a través de la puerta de Brandenburgo. Berlín no había sido testigo de un despliegue militar semejante desde 1871.
Es algo más que unas tropas que regresan de la guerra lo que hoy ha celebrado Berlín, llenando de guirnaldas triunfales las casas de la enorme avenida Unter den Linden que va desde la puerta de Brandeburgo hasta el Palacio Imperial. Sembrada de flores, adornada con el colorido de miles de banderas, repleta de multitudes, la Unter der Linden, bajo el sol de un julio indeciso, se ha alzado como una auténtica Avenida de la Victoria.
La division de Berlín ha regresado a la capital del Reich después de diez meses de ausencia, después de diez meses de Historia, después de haber ganado dos campañas, no sólo fundamentales, sino simbólicas para la vida de Alemania y de Europa. Esta división de Berlín es la que venció a los polacos antes de que los Aliados declararan la guerra a Alemania. Esta división de Berlín ha sido la que inmediatamente fue transportada a los frentes occidentales y ha realizado victoriosamente toda la campaña de Francia. Diez meses de duras pruebas y victorias traen rubricados en sus frentes tostadas por los soles de los campos, disputados por el sacrificio de la sangre. Muchos quedaron allá en Polonia o en Francia, en las tumbas patéticamente simples que hemos visto a lo largo de los caminos con una cruz tosca, una fecha, un número y el casco guerrero como una cimera de la paz eterna.
Heil Hitler! Heil Soldaten!
Es un ejército de veteranos y de triunfadores. Entre los vítores de la muchedumbre regresan, maravillosamente formados, al son de las marchas militares con la misma impresionante rigidez con que avanzaron por los campos de batalla. Han desfilado como reuniendo en un momento en la memoria, símbolos diversos delante de los balcones cerrados de tres Embajadas: la Embajada de los Soviets, la Embajada de los Estados Unidos y la que fue Embajada de Francia. Al paso marcial de estas tropas veteranas, que regresan a la paz bien ganada y bien defendida de la capital de la gran patria y la gran familia alemana, las mujeres de Berlín lanzan ramos de flores. Es la estampa del día, que recoge muchos días y muchas imágenes de una historia veloz y tan próxima que apenas nos da espacio y tiempo para observar su verdadera grandeza.
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