domingo, 11 de diciembre de 2011

Pol Pot y los jemeres rojos..

                               Saloth Sar, más conocido como Pol Pot, nació en Prek Sbauv, Camboya, el 19 de mayo de 1928. Vino al mundo en un hogar acomodado, y en una época de colonialismo, opresión y falta de libertades, pues recordemos que su país era parte del Imperio Francés, en este caso particular estamos hablando de la Indochina francesa.  La educación del joven entonces no fue nada despreciable. Asistió a instituciones católicas, de corte europeo y aprendió el francés. Sin embargo, como cualquier joven fue muy idealista, y así al ir creciendo mostró gran antipatía por la política gala y europea en general que existía en su país. Por tanto no tardó mucho en simpatizar con los movimientos anti-colonialistas. Cuando creció se unió al movimiento del líder Ho Chi Minh y entró además en contacto con el Partido Comunista en Indochina, el cual por supuesto era ilegal. Así Pol Pot se perfilaba como un rebelde.   Pol Pot, como buen comunista, tampoco parecía estar de acuerdo con la monarquía. Antes de regresar a Camboya, se casó el 14 de julio de 1956 con Khieu Ponnary.El dictador Lon Nol seguía en el poder gracias al apoyo de Estados Unidos. La guerra así entonces se había esparcido por sobre toda la región. Mientras tanto la política de Pol Pot se tornaba también farsante. Como sabía que debía ganarse a los grupos de derecha de su país, justificaba que su papel era el de un luchador para restituir al príncipe Norodom Sihanouk, el cual estaba exiliado en China. Finalmente la ciudad de Udong cayó y fue destruida en el año 1974 tras el avance de los comunistas. La matanza fue cruel y los bombardeos estadounidenses sólo incrementaron la masacre.   Los sobrevivientes y refugiados marchar a la urbe de Phnom Pneh. Eufóricos, los efectivos de Pol Pot, los jemeres rojos, avanzaron hacia esta urbe. Era el 17 de abril del año 1975 cuando en Phnom Pneh había alrededor de 2 millones de refugiados.Los comunistas aislaron la urbe y los americanos sólo retiraron a sus propias tropas y funcionarios. El dictador Lon Nol huyó llorando a Hawái. Cuando los civiles, hambrientos e indefensos, dieron la bienvenida a los comunistas, deseosos de que la guerra por fin termine, no sabían lo que les esperaba.  Ya en el poder y con la guerra de Vietnam terminada, Pol Pot declaró el año 1975 como el “cero”, es decir, anunciaba el inició de un nuevo orden, claramente comunista y repulsivo hacia lo occidental. El cambio fue brutal y súbito, de un día para el otro y sin preámbulos. Así se abolió el mercado y las relaciones comerciales, se empezó a reformar la educación, se cambió la moneda, se dio cambió a la política agraria; entre otros puntos. Obviamente Pol Pot quería construir un país autárquico y de tendencia agraria. En cuanto a la gente de ciudades como Phnom Penh, calificadas como traidoras y reconocidas como los del “17 de abril”, fueron rechazados socialmente y enviados a campos de trabajo.   
Sin embargo aún no venía lo peor. En efecto un cuarto de la población perecería a causa de este régimen, totalmente aislado del mundo. Pero, ¿cómo es posible que esto haya sido ignorado? Tal parece que Pol Pot era reconocido internacionalmente por su capacidad de resistencia al estilo Ho Chi Minh y los del Vietcong, además claro, de ostentar el reconocimiento de haber derrotado al imperialismo estadounidense. Esto creó una cortina de humo que protegió al régimen despótico en Camboya. Así se dio rienda suelta al despotismo comunista en este país, y surgieron cárceles con claras tendencias inhumanas, se aplicaban torturas a lo largo y ancho del país, se acabó con personas sin crimen o juicio algunos, se realizaron deportaciones, y todo tipo de acciones consideradas crímenes contra la humanidad. El único modo en el que se conoció esto años más tarde, fue mediante los sobrevivientes o los familiares de las víctimas, los cuales consiguieron huir del país tras la invasión vietnamita del año 1979. Las muertes, las ejecuciones, el despojo de ejercer derechos básicos libremente, un régimen policiaco y autárquico, un atropello a valores culturales; eso era el régimen por el cual había luchado Pol Pot. Esta locura asesina le costó un millón y medio de vidas a Camboya.   
Pero el régimen mismo ya cavaba su tumba pues las hambrunas, la pobreza generalizada y los problemas con países vecinos, colocaron al dictador y su cúpula en la mira. Pol Pot en realidad no estaba en situación de afrontar una guerra, pero quien sabe por qué la provocó; tal vez fue para recuperar algo de popularidad y apoyo. Sea como sea, su pretexto fue hacerse otra vez con la provincia de Kampuchea Krom que antes había pertenecido a Camboya y ahora estaba en manos de Vietnam.Sin embargo serían estos últimos los mismos que irían desenmascarando la crueldad del régimen al entrevistar a sobrevivientes del genocidio, tras desarticular campos y liberar presos políticos. En mayo de 1988, Vietnam anuncia su retiro de Camboya bajo la condición de que los jemeres rojos dejen de existir. China tampoco reconocería ya a Pol Pot en el poder y al año siguiente, en agosto de 1989 cuando se llevó a cabo una reunión entre todas las partes en París, se anuncia que no se daría más apoyo al régimen por más comunista que fuere.                        Como era de esperarse, los jemeres rojos, siguieron activos y boicotearon las primeras elecciones multi-partido en Camboya. Sin embargo, la opinión internacional y los mismos camboyanos, antes de que corra más sangre, prefirieron que los comunistas mueran por sí solos. En efecto, eso sucedió y paulatinamente, estos últimos fueron perdiendo apoyo popular y muchos que se hacían llamar comunistas, dejaron de serlo. Pero aún les quedaba una última acción en vida. Desesperado, como capitán que se hunde en su barco, Pol Pot empezó a atentar contra sus propios compañeros y sus familias para poder tener un final honroso. No obstante, los mismos jemeres ordenan la detención del genocida y posiblemente habría muerto ejecutado por su propio grupo.  Pero estaba ya muy enfermo y muere el 15 de abril del año 1998, sin jamás pagar por lo que hizo; su cuerpo fue quemado. Si bien la versión oficial informa que había sido víctima de un paro cardíaco, algunos creen todavía que fueron los jemeres rojos los que acabaron con la vida del dictador. Es decir, el mismo grupo que lo había ayudado a llegar al poder y había hecho el trabajo sucio por él. El que a hierro mata, a hierro muere.

Última entrevista a Pol Pot

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