Confirmado: Organización terrorista de Irán fue entrenada por Estados Unidos en territorio domésticoConjuntamente con Israel presuntamente con el Mossad, EEUU fue el responsable del entrenamiento de disidentes del régimen Iraní los cuales son acusados del asesinato de científicos nucleares de la república islámica.
Han sido varias las operaciones encubiertas de EEUU e Israel en territorio Iraní.
El problema es que se filtró la información de que agentes del grupo entrenado por EEUU fueron los responsables de los recientes atentados a científicos nucleares.
Mujahideen-e-Khalq es el nombre del grupo opositor que recibió ayuda de EEUU e Israel. Este grupo está en la lista de organizaciones terroristas y han habido varias solicitudes de desincorporarlo de la misma.El medio israelí Ynetnews confirmó esta semana que Estados Unidos habría entrenado al grupo de oposición iraní, Mujahideen-e-Khalq. Según el informe,Israel ha estado cooperando con la organización terrorista para asesinar a científicos nucleares iraníes. El medio israelí también reportó que algunas autoridades estadounidenses dudan que Irán esté desarrollando o vaya a desarrollar armas nucleares.
Parece ser que no sólo Israel, sino Estados Unidos junto al Mossad, ha estado entrenando, armando, financiando, preparando y dirigiendo a la organización terrorista Mujahideen-e-Khalq (MEK), descrita como tal por el Depto. de Estado, desde el año 2005. Los terroristas del MEK habrían sido llevados a Las Vegas, Nevada, para los entrenamientos. Un artículo del New York Times escrito por el ganador del Premio Pulitzer, Seymour Hersh, explica en detalle cómo el Comando de Operaciones Especiales Conjuntas (JSOC) entrenó a la organización en Estados Unidos y la envió a Irán con armas para ejecutar“actividades terroristas anti-régimen”. Se sospecha que el MEK está detrás de una ola de asesinatos contra científicos iraníes y una cadena de ataques con bomba a nivel internacional. Autoridades estadounidenses e israelíes han tratado de adjudicar estos últimos ataques a Irán.
Rudy Giuliani charlando con la líder política de MEK, Maryam Rajavi, en París, Francia. Giuliani es conocido por su fuerte apoyo a la “Guerra contra el Terrorismo” y su incesante paranoia sobre “extremistas islámicos”. En la vida real, Giuliani pasa un buen tiempo con organizaciones terroristas, e incluso hace lobby para ellas.
El reporte del Instituto Brookings
Y mientras representantes de MEK, incluyendo un lobby en Washington D.C. que está compuesto por algunos de los más engañosos partidarios de la “Guerra contra el Terrorismo” como Rudy Giuliani, el ex Comandante de la Marina de Estados Unidos, James Jones, Tom Ridge, y Lee Hamilton, sostienen que MEK ha renunciado al “terror”, todo el propósito de entrenarlos, financiarlos y removerlos de la lista de “Organizaciones Terroristas Extranjeras” del gobierno, es permitirles llevar a cabo una campaña más amplia de violencia contra el pueblo iraní. En esencia, un apoyo sin precedentes a terroristas.
Esto es descrito en un reporte del think-tank estadounidense, Instituto Brookings, llamado “Which Path to Persia?” (¿Cuál es el camino a Persia?), que fue publicado en el año 2009. El informe dice lo siguiente:
Quizás el grupo opositor más prominente (y ciertamente el más controversial) que ha atraído la atención como un proxy estadounidense potencial, es el NCRI (Consejo Nacional de Resistencia de Irán), movimiento político establecido por MEK (Mujahedin-e Khalq). Críticos piensan que el grupo es antidemocrático, impopular y anti-estadounidense.
En contraste, el grupo afirma que la duradera oposición del movimiento al régimen iraní, ataques exitosos y operaciones de recopilación de inteligencia contra el régimen, la hacen digna de (tener) apoyo estadounidense. También argumentan que el grupo ya no es anti-estadounidense y cuestionan el mérito de las acusaciones anteriores. Raymond Tanter, uno de los partidarios del grupo en los Estados Unidos, sostiene que MEK y NCRI son aliados para un cambio de régimen en Teherán, y que también actúan como un proxy útil para recolectar inteligencia. El mayor golpe de inteligencia de MEK fue en 2002, cuando la organización proveyó información que llevó al descubrimiento de una instalación iraní secreta para el enriquecimiento de uranio.
A pesar de las afirmaciones de sus defensores, MEK se mantiene en la lista oficial de organizaciones terroristas del gobierno. En la década de los setenta, el grupo asesinó a tres oficiales estadounidenses y tres contratistas civiles en Irán. Durante la crisis de rehenes de 1979-1980, el grupo alabó la decisión de capturar a rehenes estadounidenses. Luego de los ataques del 11 de septiembre, Elaine Sciolino reportó que mientras los líderes del grupo condenaron los sucesos, dentro del mismo las celebraciones eran amplias.
Innegablemente, el grupo ha conducido ataques terroristas – excusados frecuentemente por partidarios de MEK porque están en directa oposición al gobierno iraní. Por ejemplo, en 1981, el grupo bombardeó los cuarteles del Partido de la República Islámica, en ese entonces la principal organización política del clérigo, asesinando a un estimado número de 70 autoridades superiores. Recientemente, el grupo ha tomado crédito por más de una docena de ataques mortales, asesinatos y otros asaltos sobre objetivos civiles y militares iraníes, entre 1998 y 2001. Por decirlo menos, para trabajar estrechamente con el grupo, Washington necesitaría removerlo de su lista de organizaciones terroristas.
Claramente, Estados Unidos, sus legisladores y “representantes electos”, son bien conscientes de que MEK fue, y aún es, una organización terrorista, capaz de asesinar no sólo a objetivos políticos y militares en Irán, sino también a civiles. La excusa indefendible que se está usando ahora, es que las actividades terroristas de MEK sólo están siendo dirigidas al pueblo iraní, no a occidente, y que, por ende, su actuar es de alguna manera justificable.
MEK ha estado realizando ataques terroristas, asesinatos y espionaje contra el gobierno iraní por décadas, como también teniendo en la mira a estadounidenses. Entre estos episodios se encuentra el intento de secuestro del embajador estadounidense, Douglas MacArthur II, el intento de asesinato del Brigadier de USAF, el General Harold Price, el exitoso asesinato del Teniente Coronel Louis Lee Hawkings, los asesinatos dobles del Coronel Paul Shaffer y el Teniente Coronel Jack Turner, y la exitosa emboscada y asesinato de empleados de la estadounidense Rockwell International, William Cottrell, Donald Smith y Robert Krongard.
Admisiones de las muertes de los empleados de Rockwell International pueden ser encontradas dentro de un reporte escrito por el ex oficial del Depto. de Estado y el Depto. de Defensa, Lincoln Bloomfield Jr., por parte de la firma de lobby Akim Gump, en un intento por ignorar preocupación sobre el pasado violento de MEK y sus vínculos con la actual campaña de terror armado. Este es sólo un ejemplo de la perversión con la que operan lobistas de Washington y Londres.
Hoy, MEK es descrita por el miembro del Council on Foreign Relations (CFR), Ray Takeyh, como una “organización tipo culto” con “tendencias totalitarias”. Mientras Takeyh no se explaya respecto a qué se refería con “tipo culto” y “totalitaria”, una entrevista con la Radio Free Europe-Radio Liberty, dirigida por el Depto. de Estado, informó que un fugitivo del campo Ashraf perteneciente a MEK sostuvo que la organización terrorista prohíbe el matrimonio, el uso de radio, internet y mantiene a muchos miembros contra su voluntad, bajo amenaza de muerte si son atrapados intentando escapar.
Con una historia similar detrás del Grupo Combatiente Islámico Libio (LIFG), organización perteneciente a Al Qaeda y que ha sido respaldada, armada, entrenada y dirigida por décadas por la CIA y el MI6, incluyendo la reciente intervención libia de 2011 de la OTAN, el patrón de usar “terroristas” como una fuerza militar anexa válida se está volviendo evidente. Con el comandante de LIFG, Abdul Hakim Belhaj, apareciendo repentinamente en Siria y ejecutando la campaña de la OTAN contra el presidente Bashar al-Assad, pareciera ser que mercenarios pagados por occidente están haciendo su trabajo. Cuentos sobre “combatientes pro-democráticos” son vendidos a los ignorantes, mientras que la violencia, en realidad, no es más que un síntoma de maquinaciones neoimperiales.
La guerra contra el terrorismo es un fraude
Por más de 10 años, el mundo occidental, particularmente las fuerzas armadas de Estados Unidos, han sido engañadas. A su vez, los contribuyentes estadounidenses han sufrido la quiebra económica con sus impuestos. Los ciudadanos de Estados Unidos han renunciado a sus libertades personales, entregándoselas al “Acta Patriota” y a la cada vez más perversa e invasiva Administración de Seguridad de Transportes (TSA). Think-tanks financiados por corporaciones, como el Instituto Brookings, que conspiran para entrenar, armar y financiar a organizaciones terroristas que Estados Unidos presuntamente combate, y cuyo “peligro omnipresente” ha sido levantado como una excusa para coartar a libertades, no lo hacen por el bien común del pueblo estadounidense, sino por el de sus patrocinadores.
Estas son algunas de las corporaciones que patrocinan el Instituto Brookings, las cuales han conspirado abiertamente para financiar, entrenar y armar organizaciones terroristas. Estados Unidos ha desangrado, literalmente y económicamente, combatiendo guerras de conquista, justificadas por ejércitos de terroristas omnipresentes. En la realidad, estos terroristas son una creación de los oligarcas corporativos-financieros que descansan en Wall Street y Londres.
Justamente son los oligarcas corporativos-financieros quienes han hecho miles de millones de dólares combatiendo esta interminable guerra, quienes han derribado barreras como la libertad individual y la soberanía de los estados en busca de más riquezas y poder, y quienes han socavado a nación tras nación, para absorberla en Wall Street y Londres. Este es un imperio global moderno. Su único imperativo moral es completamente artificial, sustentándose en ocultar una realidad tan evidente, que incluso cuando ésta es admitida en la prensa tradicional, el público no sabe qué hacer al respecto.
Podría sugerirse, no obstante, que identifiquemos a estas corporaciones, las boicoteemos y las reemplacemos por un paradigma nuevo y local, con un imperativo moral derivado de nuestras propias convicciones personales – no ideologías vendidas en las noticias corporativos de medios corruptos.
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