Satélites espía estadounidenses han localizado en las aguas del Atlántico norte, a 2.400 kilómetros de la costa oeste de Irlanda, al ex crucero soviético Lyubov Orlova, sin tripulación, luces ni equipos funcionando, según la agencia AFP.
A principios de febrero el 'barco fantasma' fue avistado por otra nave, pero luego casi inmediatamente desapareció en el horizonte.
En 2010 el crucero fue retenido en Canadá por las deudas de los armadores iraníes. Los tripulantes de Lyubov Orlova no pudieron salir de la nave durante mucho tiempo ni percibir sus salarios atrasados varios meses.
El crucero Lyubov Orlova, de 90 metros de largo fue construido en la Unión Soviética en 1976 y fue diseñado para resistir los duros golpes de los hielos antárticos, puesto que su misión fue llevar a los turistas a la Antártida.
Hace cuatro semanas, el barco zarpó remolcado desde Canadá con destino a República Dominicana, donde iba a ser desguazado. Sin embargo, una fuerte tormenta rompió el cable de remolque y los intentos de volver a remolcarlo fracasaron. Desde entonces, está a la deriva, sin tripulación, luces ni balizas de localización, representando una amenaza a la navegación.
Canadá no quiere hacerse cargo de su suerte, puesto que el barco se encuentra en aguas internacionales. El grupo ecologista Robin des Bois dio la voz de alerta ante la "amenaza inminente para el medioambiente" del 'barco fantasma' Lyubov Orlova, abandonado a su suerte por su propietario y por la ley, y que deriva en soledad en el norte del Atlántico.
Hace cuatro semanas, el barco zarpó remolcado desde Canadá con destino a República Dominicana, donde iba a ser desguazado. Sin embargo, una fuerte tormenta rompió el cable de remolque y los internos de volver a remolcarlo fracasaron. Desde entonces, está a la deriva.
El viento y las olas alejaron a la nave, sin tripulación, luces ni balizas de localización a cientos de millas de Terranova. Y nadie se siente responsable. Canadá no quiere hacerse cargo de su suerte, puesto que el barco se encuentra en aguas internacionales, mientras que el propietario de Lyubov Orlova, de procedencia iraní, afirma que es incapaz de remolcarlo a su lugar de destino. Por lo tanto, el buque sigue navegando hacia Europa.
Según los ecologistas de Robin des Bois se desconoce el actual paradero de la nave, pero el Lyubov Orlova podría estar siguiendo "la trayectoria contraria a la que efectuó el Titanic" y dirigirse hacia Irlanda.
De acuerdo con un comunicado emitido por Robin des Bois, si el barco llegara a colisionar, naufragar o tener alguna avería, "liberaría inmediatamente o a mediano plazo hidrocarburos [...] y otros líquidos tóxicos".
El crucero, construido en la Unión Soviética en 1976, mide 90 metros de largo. Fue diseñado para resistir los duros golpes de los hielos antárticos.
Sin embargo, antes de que el barco golpee la costa de Irlanda, también podría hundirse al chocar contra un iceberg o debido al mal estado de su conservación, advierte la asociación.
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