martes, 22 de julio de 2014

Qué esconde EE.UU. sobre la catástrofe del MH17

 

En plena 'histeria mediática' sobre la catástrofe del MH17 un analista político de EE.UU., Robert Parry, se pregunta por qué Washington aún no ha presentado ninguna prueba para apoyar sus acusaciones a Rusia respecto a la tragedia.
Es difícil creer que el traslado de varios sistemas de misiles Buk de Rusia a Ucrania y luego de vuelta a Rusia no fuera detectado, teniendo en cuenta la atención con la que la inteligencia de EE.UU. ha estado observando el este de Ucrania en los últimos seis meses", escribe el periodista en el portal independiente consortiumnews.com.

Según Parry, incluso admitiendo las posibles limitaciones técnicas los satélites norteamericanos tendrían que detectar la circulación de estos objetos de gran tamaño. Además, el avión fue derribado durante el día y no de noche, cuando es posible ocultar una batería de misiles.

De acuerdo con una fuente que cita el periodista en su publicación, lo más probable es que las agencias de inteligencia estadounidenses recibieran las imágenes satelitales de la zona, que por su parte mostraban el lanzacohetes propiedad de las tropas de Kiev, por lo que al Gobierno de Obama le resultaría desfavorable hacerlas públicas.

Sin embargo, los medios occidentales no exigen detalles específicos de Washington, sino que solo "difunden propaganda" diciendo que el sistema Buk era ruso, algo que, según Parry, influye sobre los estadounidenses desinformados.

El analista también señala que la mayoría de los argumentos en contra de Rusia proviene del Gobierno ucraniano, que llegó al poder por un golpe de Estado anticonstitucional y no tiene la mejor reputación en lo que respecta la búsqueda de la verdad, como lo demuestra que todavía se desconocen las circunstancias en las que se produjo el incendio de la Casa de los Sindicatos de Odesa y del asesinato de manifestantes y policías en Maidán. Mientras tanto las causas de la tragedia del Boeing 777 de Malaysia Airlines siguen sin aclararse.

Desde abril, las tropas ucranianas están realizando contra los habitantes del este de Ucrania descontentos con el golpe de Estado de febrero una operación 'antiterrorista' con la participación de aviones militares, artillería pesada y lanzacohetes múltiples.

Según los expertos, el equipo militar utilizado por el Ejército ucraniano en su mayoría se remonta a la época de la Unión Soviética y su aplicación en el curso de las operaciones militares podría conducir a la repetición de la tragedia del avión de pasajeros ruso derribado por Ucrania sobre el mar Negro en 2001.

En aquel entonces durante unos ejercicios militares de la defensa aérea de Ucrania un cohete del sistema de misiles C-200 derribó un avión de pasajeros ruso Tu-154 que realizaba el vuelo de Tel Aviv a la ciudad rusa de Novosibirsk. El accidente dejo 78 víctimas: 66 pasajeros, la mayoría de los cuales eran ciudadanos israelíes, y 12 miembros de la tripulación.

"El derribo del Boeing-777 de Malaysia Airlines fue orquestado por EE.UU."
El derribo del MH17 ocurrido el 17 de julio cerca de Donetsk "sin lugar a dudas es una provocación de las autoridades estadounidenses", opinó Oleg Matvéichev, destacado politólogo ruso, en una entrevista para el portal Dni.ru. "No se trata de ningún error supuestamente cometido por la milicia. Es una provocación utilizada en varias ocasiones por EE.UU. Esta vez, el Gobierno estadounidense la usa para difamar a Rusia", asevera el experto.
"Lo hace porque Rusia últimamente ha comenzado a actuar con mucho éxito en el campo diplomático. El presidente Vladímir Putin realizó una gira por América Latina, en el marco de la cual fueron firmados importantes acuerdos con los países BRICS", señala politólogo. Además, "Europa ha empezado a dudar y ponerse de parte de Rusia en este asunto, ya que Europa no quiere conflictos en Ucrania ni sanciones, a diferencia de EE.UU., que sueña en salir de la crisis gracias a una victoria en una guerra en el continente. Y en calidad de arma ciega y estúpida EE.UU. utiliza a los ucranianos", declaró Matvéichev.

Según el politólogo, solo militares ucranianos pudieron derribar el Boeing-777. "Son los únicos que podían conocer y coordinar estos actos. Los controladores del aeropuerto de Dnepropetrovsk, que están bajo las órdenes de [el oligarca ucraniano] Kolomoiski, guiaron el avión hacia la zona deseada, donde la aeronave fue recibida por los militares ucranianos", señaló el experto.

"Esta provocación fue orquestada para que nadie descubriera la verdad. EE.UU. y Ucrania no van a poner excusas ante la comunidad mundial. Sino que van a seguir ignorando todas las pruebas que aportarán los expertos y la parte rusa, y continuarán acusando a Moscú, a Putin y a la milicia a través de los medios internacionales de comunicación, transmitiendo esta información a miles de millones de personas, hasta que crean sus mentiras", concluyó el experto.

Por su parte, el jefe de redacción de la revista rusa 'Defensa Nacional', Igor Korótchenko, afirmó que las acusaciones de EE.UU. de que fue Rusia quién proporcionó a la milicia el sistema de misiles Buk —que supuestamente derribó el avión malasio— son infundadas y son parecidas a las falsas acusaciones contra Irak que sirvieron de pretexto para una operación militar en el país con la participación de EE.UU.

Según Korótchenko, el área de conflicto está constantemente monitoreada por los satélites norteamericanos y, de ser cierto que Rusia suministró el Buk a las autodefensas, Washington no tardaría en revelarlo. Sin embargo, EE.UU. solo puede remitirse a publicaciones falsas en las redes sociales hechas por la parte ucraniana.

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