El 19 de abril de 1995 un camión bomba hizo explosión frente a un edificio federal en Oklahoma City dejando un saldo trágico de 168 muertos, incluyendo 19 niños, y 680 heridos. Se trató del mayor atentado terrorista en suelo americano, tan solo superado posteriormente por los ataques del 11 de septiembre de 2001. Para sorpresa de muchos no se trató de un ataque islamista sino de terroristas autóctonos antigubernamentales.
El camión se había cargado con 2.200 kgs de fertilizantes y combustible y la explosión brutal, que se pudo oír a 89 km de distancia, dejó un cráter de 9 metros de ancho por 2,5 metros de profundidad, derrumbando la mitad del edificio.
90 minutos después del atentado, el autor material Timothy McVeigh fue detenido por un policía de la Oklahoma Highway Patrol (patrulla de carreteras) por portar ilegalmente una pistola. El policía le paró en un primer lugar al no llevar la matrícula trasera en el coche. En ese momento todavía se desconocía la participación de McVeigh en el atentado. No es infrecuente que el responsable de un grave delito sea detenido por una infracción menor o por su actitud sospechosa poco después de haber cometido el hecho. Lee Harvey Oswald asesinó a un agente de policía que procedía a identificarle poco después del magnicidio de J.F.K., siendo capturado poco después.En mitad del caos de la explosión los primeros agentes federales hacen acto de aparición para ayudar a las víctimas y realizar las primeras investigaciones. En el lugar de los hechos se recupera lo que parecía ser el eje de un vehículo y poco después se localiza el nº de bastidor. Esto permitió seguir el rastro al camión y determinar su origen, un vehículo de color amarillo alquilado en Juntion City.
Con esos retratos en su poder, los agentes del FBI realizan batidas por alojamientos y moteles de los alrededores de Juntion City mostrando los rostros de los sospechosos. En el Dreamland motel de Juntion City reconocen el retrato robot de T. McVeigh y recuerdan que tenía aparcado un camión amarillo. Tras comprobar los datos de registro descubren que figura con el nombre de Timothy McVeigh y que aportó como domicilio el mismo que figuraba en el contrato de alquiler del camión.
El 21 de abril los federales rápidamente comprueban que un tal Timothy McVeigh se encuentra detenido y va a ser juzgado próximamente por tenencia ilícita de armas. Antes de que sea puesto en libertad se personan en el juzgado y le preguntan “¿sabes porqué venimos?”, a lo que él les responde “por la bomba” y acto seguido pide un abogado. Era la persona que buscaban. Además comprueban que el domicilio que facilita en su detención es el mismo que el que figura en el contrato de alquiler del camión.
Las averiguaciones sobre McVeigh permiten saber a los investigadores que se trata de un exmilitar de ideología antigubernamental, apasionado de las armas.
Terry Nichols es detenido y
La investigación oficial, conocida como “OKBOMB” fue la mayor investigación criminal en la historia de los EE.UU. hasta ese momento, los agentes del FBI realizaron 28.000 entrevistas o tomas de declaración, se acumularon 3.2 toneladas de pruebas. A pesar de ello la realidad nos demuestra no que existe nada perfecto y que en ocasiones se cometen errores. En marzo de 2005 el FBI recibió una información de un preso de la cárcel en la que se encontraba interno Terry Nichols. Dicha información hacía referencia a que en la casa de Nichols, que había sido registrada por el FBI, se encontraba oculto gran cantidad de material explosivo. Siguiendo esa pista el FBI realizó un nuevo registro 10 años después y, esta vez si, encontraron gran cantidad de material explosivo escondido bajo la casa.
La actuación de McVeigh, auxiliado por Nichols, fue calificada como un acto de terrorismo autóctono de origen antigubernamental, sin apoyo de ningún tipo de organización. Este tipo de amenazas internas protagonizadas por sujetos conocidos como “lobos solitarios” son consideradas como una de las mayores amenazas para la seguridad nacional en los EE.UU. Los atentados de Noruega cometidos por Anders Breivik desgraciadamente ha puesto de nuevo de actualidad este tipo de acciones.
Timothy McVeigh fue condenado a pena de muerte y ejecutado el 11 de junio de 2001. Terry Nichols cumple cadena perpetua en la prisión federal de ADX Florence...
La crisis económica, la inmigración masiva, el "fracaso del multiculturalismo", la decepción que representa la elite del poder... Son muchos los argumentos que manejan los expertos para explicar el resurgimiento de grupos racistas de extrema derecha en Estados Unidos como Naciones Arias, creado en la década de los 80 y que en los últimos tiempos se ha erigido como el firme sucesor del Ku Klux Klan.
Esta organización neo-nazi fue demandada por insolvencia hace una decáda y hace poco que ha vuelto a renacer mediante la organización de mítines, la distribución de literatura y la búsqueda de nuevos miembros.
Numerosas facciones nacionalistas blancas han manifestado ser herederas legítimas de Naciones Arias, aunque durante el pasado verano sólo la sección del Pastor Pablo Mollet, también llamada Naciones Arias, emergió como probable sucesora. Mollet afirma que el grupo cuenta actualmente con 24 secciones en varios estados.
Etiquetado en 2001 como "una amenaza continua de terrorismo" por el FBI, Naciones Arias afirma que su punto de vista racial tiene sus raíces en un principio bíblico, considerando que Adán dio origen a la raza blanca sobre la tierra mientras que los judíos son cananeos y descendientes del pecado original de Eva, y por lo tanto, enemigos del cristianismo.
Odio racial en Estados Unidos
Los miembros de este y otros 'grupos de odio racial' coinciden en que la llegada al poder de Barack Obama supuso un revulsivo para ellos, según un artículo publicado por la BBC que incide en que Naciones Arias es un grupo separatista blanco extremadamente anti-judío.
"El día después de la elección de Obama, mi teléfono no paraba de sonar. Eran hasta cuatro o cinco llamadas al día pidiendo información", cuenta Jerald O'Brien, miembro de Naciones Arias, que no duda en acusar falsamente a su presidente de ser judío y de no ser un ciudadano de Estados Unidos.
La organización no gubernamental Southern Poverty Law Centre se encarga de vigilar a este tipo de asociaciones radicales. Mark Potok, director del Proyecto de Inteligencia del SPLC, explica que en el otoño de 2008 "empezamos a ver una explosión en los grupos de odio racial y más en general, en todos los grupos de derecha".
Potok no oculta su preocupación y afirma que hoy en día "estamos muy cerca del número máximo de activistas que hubo durante la cúspide del movimiento de las milicias de extrema derecha".
La masacre de Oslo, en el recuerdo
Pero este movimiento no es exclusivo de Estados Unidos. Los atentados perpetrados en Oslo el pasado julio por Anders Behring Breivik han devuelto al primer plano de la actualidad la amenaza que estos grupos pueden representar si alguien decide llevar al extremo su ideología.
Breivik militó durante años en el Partido del Progreso, de marcados tintes xenófobos, que liderado por Siv Jensen se convirtió hace dos años en la segunda fuerza política del país, aglutinando el 23% de los apoyos en Noruega.
El diario 'El País' analizaba en un artículo cómo ya en la década de los 90, el escritor y periodista Stieg Larsson insistía en que la ultraderecha nórdica, "inspirada en la mentalidad del extremismo violento norteamericano, no iba a parar hasta lograr una tragedia de grandes proporciones".
Larsson, antes de hacerse mundialmente famoso por escribir la trilogía 'Millennium', realizó una investigación periodística sobre la extrema derecha en el norte de Europa y señalaba a Naciones Arias en el centro de las sospechas. Además, ponía de relieve cómo los musulmanes "han sustituido a los judíos como el principal blanco de la propaganda del odio".
El escritor afirmaba entonces que el verdadero objetivo no eran los inmigrantes, sino la elite del poder, que "sacrifica a su país en el altar del 'multiculturalismo"; un sentimiento que, con la desconfianza en los líderes mundiales y la crisis económica, ha vuelto a florecer con fuerza.
Esta organización neo-nazi fue demandada por insolvencia hace una decáda y hace poco que ha vuelto a renacer mediante la organización de mítines, la distribución de literatura y la búsqueda de nuevos miembros.
Numerosas facciones nacionalistas blancas han manifestado ser herederas legítimas de Naciones Arias, aunque durante el pasado verano sólo la sección del Pastor Pablo Mollet, también llamada Naciones Arias, emergió como probable sucesora. Mollet afirma que el grupo cuenta actualmente con 24 secciones en varios estados.
Etiquetado en 2001 como "una amenaza continua de terrorismo" por el FBI, Naciones Arias afirma que su punto de vista racial tiene sus raíces en un principio bíblico, considerando que Adán dio origen a la raza blanca sobre la tierra mientras que los judíos son cananeos y descendientes del pecado original de Eva, y por lo tanto, enemigos del cristianismo.
Odio racial en Estados Unidos
Los miembros de este y otros 'grupos de odio racial' coinciden en que la llegada al poder de Barack Obama supuso un revulsivo para ellos, según un artículo publicado por la BBC que incide en que Naciones Arias es un grupo separatista blanco extremadamente anti-judío.
"El día después de la elección de Obama, mi teléfono no paraba de sonar. Eran hasta cuatro o cinco llamadas al día pidiendo información", cuenta Jerald O'Brien, miembro de Naciones Arias, que no duda en acusar falsamente a su presidente de ser judío y de no ser un ciudadano de Estados Unidos.
La organización no gubernamental Southern Poverty Law Centre se encarga de vigilar a este tipo de asociaciones radicales. Mark Potok, director del Proyecto de Inteligencia del SPLC, explica que en el otoño de 2008 "empezamos a ver una explosión en los grupos de odio racial y más en general, en todos los grupos de derecha".
Potok no oculta su preocupación y afirma que hoy en día "estamos muy cerca del número máximo de activistas que hubo durante la cúspide del movimiento de las milicias de extrema derecha".
La masacre de Oslo, en el recuerdo
Pero este movimiento no es exclusivo de Estados Unidos. Los atentados perpetrados en Oslo el pasado julio por Anders Behring Breivik han devuelto al primer plano de la actualidad la amenaza que estos grupos pueden representar si alguien decide llevar al extremo su ideología.
Breivik militó durante años en el Partido del Progreso, de marcados tintes xenófobos, que liderado por Siv Jensen se convirtió hace dos años en la segunda fuerza política del país, aglutinando el 23% de los apoyos en Noruega.
El diario 'El País' analizaba en un artículo cómo ya en la década de los 90, el escritor y periodista Stieg Larsson insistía en que la ultraderecha nórdica, "inspirada en la mentalidad del extremismo violento norteamericano, no iba a parar hasta lograr una tragedia de grandes proporciones".
Larsson, antes de hacerse mundialmente famoso por escribir la trilogía 'Millennium', realizó una investigación periodística sobre la extrema derecha en el norte de Europa y señalaba a Naciones Arias en el centro de las sospechas. Además, ponía de relieve cómo los musulmanes "han sustituido a los judíos como el principal blanco de la propaganda del odio".
El escritor afirmaba entonces que el verdadero objetivo no eran los inmigrantes, sino la elite del poder, que "sacrifica a su país en el altar del 'multiculturalismo"; un sentimiento que, con la desconfianza en los líderes mundiales y la crisis económica, ha vuelto a florecer con fuerza.
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