Alexéi Shárov, del Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento de Baltimore, y Richard Gordon, del Laboratorio Marino de la pieza del Golfo de Florida, que realizan sus pruebas conjuntasen un laboratorio estadounidense, usaron como base teórica de sus investigaciones la ley de Moor, aplicándola al desarrollo histórico de la vida. Dicha ley estipula que cada dos años se duplica el número de transistores presentes en un circuito integrado, lo que explica el rápido avance en rendimiento de los microprocesadores modernos.
Usando esta lógica los científicos llegaron a la conclusión de que la complejidad genética de los seres vivos se duplica cada 376 millones años. Haciendo un cálculo hacia atrás, llegaron a la conclusión de que la vida apareció por primera vez hace 9.700 millones de años, siendo más antigua que la Tierra, que se formó hace 4.500 millones de años.
Según esta conclusión, la vida debió tener su inicio en cualquier parte del universo y luego migrar hacia la Tierra de alguna forma, acercándose a la polémica teoría de la Panspermia, hipótesis según la cual la vida existe en todo el Universo y se propaga por medio de meteoritos, asteroides y planetoides.
El 'mini extraterrestre' hallado hace diez años en Chile tiene ADN humano.
Era una criatura provista de dientes duros, su cabeza era abultada y presentaba una protuberancia extraña adicional en la parte superior. Su cuerpo era escamoso, de color oscuro y, a diferencia de los seres humanos, tenía nueve costillas.
Nuestro código genético podría albergar mensajes de extraterrestres.
El matemático Vladímir Scherbak, de la Universidad Nacional Al-Farabi de Kazajstán, y el astrobiólogo Maksim Makukov, del Instituto Astrofísico Fesenkov, también en Kazajistán, aseguran haber detectado rastros de información alienígena incorporados en nuestro código genético. En su opinión, esta señal inteligente, que han denominado ‘SETI biológico’, es un mensaje matemático y semántico que no puede explicarse por causas naturales, informó la revista 'Icarus’.
Afirman que el código genético “es una correspondencia flexible entre codones y aminoácidos, y esta flexibilidad permite la modificación artificial del código”. Sin embargo, recalcaron que una vez fijado, “el código podría mantenerse inmutable a través de escalas cosmológicas de tiempo”. “De hecho, es la 'construcción' más duradera que se conoce”, señalan. Precisamente por eso, sostienen, representa un contenedor excepcionalmente fiable para una firma inteligente.
Argumentan también que el genoma humano presenta un orden minucioso y preciso en la asignación entre los nucleótidos y aminoácidos del ADN.
“Las disposiciones simples del código revelan un conjunto de patrones aritméticos e ideográficos del lenguaje simbólico”, señala la publicación de ‘Icarus’. Los científicos resaltan que esos patrones subyacentes "precisos y sistemáticos" se presentan como “producto de una lógica precisa y de una computación no trivial en lugar de productos de procesos estocásticos”.
Concluyen que “sea cual sea la razón real detrás del sistema decimal en el código, parece que fue inventado fuera del Sistema Solar hace ya varios miles de millones de años”.
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